para y por mi gran amigo ROSENDO MERCADO

para y por mi gran amigo ROSENDO MERCADO

HAY QUE PARAR UN

MOMENTO

!RAZONAR¡

otros tienen otro cuento

¡que contar¡

DE MORIR EN EL INTENTO

!MÁS QUE HABLAR¡

yo me voy de pitanza
con mis amigotes
que me tira Sancho Panza
más que Don Quijote.

 

PON TU CORAZON AL ¡!VERE VERE¡!

YO NO DIGO NI QUE  SI NI QUE NO

SOLO DIGO QUE SIN LLAMA  NO HAY CALOR.

¡Y a la vera,vera,vera¡

Como se nace se vive

como se vive se quiere,

como se quiere se muere.

¡Ay pon tu corazón al vere vere!

YO NO DIGO NI QUE SI NI QUE NO

SOLO DIGO QUE SIN LLAMA NO HAY CALOR.

ALMA PALMITA PALMERA NO SABES BIEN LA QUE TE ESPERA

Requiem por un planeta fregona que nadie sabe hasta donde nos soportará nuestas estupideces varias y estrujones rentabilísticos.He dicho,y no es por apodicción sino por verdadero sentimiento de culpabilidad e irresponsabilidad imposible de acallar como de reflexiomar ni racionalizar.Como dirían muy por el Sur:»Un pastizal ó pastizo»,y muy acertadamente semantologizado el güarrismo para desgracia de todos.
Con todo el cariño y en la memoria el gran HUMANO que hubo en el desparramamiento de  eso que llaman copla,y que suena  como la primera palada de tierra que cae sobre sobre el ataud exhumante,a Carlos  Cano,poeta popular  de la  copla por «sentidas».Por «celestiales» como aquel Curro «El Palmo» nos las sigues cantando y,como a tantos otros olvidados,otros se las cantamos para olvidar olvidando como sigue en la trinchera sin haber guerra el soldado.

 

EL LABERINTO DE LAS ADELFAS

LA PICARESCA INTELECTUAL O EL ORIGEN DE LA  FALSA ARGUMENTACIÓN.-

«Tenemos un pueblo maravillosamente dotado para la sabiduría,en el mejor sentido de la palabra:un pueblo a quien no acaba de entontecer la clase media,entontecida a su vez por la indigencia científica de nuestras Universidades y por el pragmatismo eclesiástico,enemigo siempre de las altas actvidades del espíritu» .Nos empeñamos en que este pueblo aprenda a leer,sin decirle para qué y sin reparar en que él sabe muy bien lo poco que nosotros leemos. Y,como diría mi maestro,la eterna paradoja es ésta:,»no es el pueblo el que no entiende la sabiduría,sino la sabiduría la que no entiende al pueblo».